Relaciones mediadas por la estética: la imagen como reflejo de lo bueno o lo malo

Esta entrada que publico, la hago con dos intenciones: la primera, para protestar y poner en evidencia una situación que consideramos bastante diciente, por no decir preocupante;  y la segunda, que tiene que ver con el tema que hemos venido desarrollando en nuestro blog Cebollaweb.

El jueves 5 de mayo, hace dos semanas, me encontraba realizando mis habituales labores como monitor en acústica, la emisora digital de la universidad EAFIT; labor que ya he desempeñado durante casi dos años. Ese día en la tarde, mientras estaba en la emisora  apurado editando algunos contenidos que debían estar listos cuanto antes, llegaron algunos estudiantes del pregado en Comunicación Social con cámaras fotográficas y de video en las manos. Estaban haciendo un video para "promocionar el pregrado", explicaron. Uno de ellos, el que estaba coordinando el proyecto, aclaró que debían tomar fotos y videos donde se mostrara la emisora para promover y vender el pregrado, para mostrar una buena imágen de él. 

La misma persona se dirigió a mi y pidió que si por favor podría quitarme un momento del computador donde estaba editando, el computador donde también hago el control técnico para los programas de la emisora, para que ellos pudieran tomar la foto. Me extrañó un poco la petición, pero no dije nada y seguí en mi oficio. Momentos después me volvió a pedir que si por favor me retiraba unos instantes y le pidió a otra persona que estaba en la emisora, pero que no tenía nada que ver con el video promocional, que se hiciera en el computador e hiciera como si estuviera dirigiendo un programa mientras las demás personas del proyecto fingían estar "haciendo radio". De nuevo no dije nada, pero esta vez me retiré.

Después de que terminara la sesión de sonrisas, magia, diversión, poses y simulaciones, mal hechas por cierto           - aunque debo reconocer que los estudiantes modelos, hombres y mujeres, aunque malos actores, eso sí, eran lindos... No, cuál lindos, superlindos, supermodernos, super wow, "super-in"-, y después de que la foto fuera tomada, me di cuenta de lo que en realidad sucedía. Me acerqué entonces a la persona que coordinaba el proyecto y le pregunté directamente:

         -  ¿Osea que yo no podía salir en la foto porque tengo barba y el pelo largo?

Él se incomodó bastante con mi pregunta y trató de evadirla

        - No, sino que estábamos tomando unas fotos...

       - Osea, sólo puede salir gente "linda", "la gente linda de la universidad, del pregrado" y por eso le dijiste a este man que hiciera como si estuviera dirigiendo el  programa...  Interrumpí.

No me explico, le dije, por qué estas personas que nunca veo en la universidad ni en los salones mucho menos y que ni sabía siquiera que algunos de ellos estudiaran Comunicación, y eso que permanezco en EAFIT de 8:00 AM a 9:00 PM todos los días, no me explico por qué son las personas que salen "trabajando" en la emisora, cuando jamás han colaborado con ella, es más, jamás van, ¡No la conocen! Y yo en cambio que llevo dos años trabajando como monitor y, modestia aparte, soy una de las personas que más tiempo, dedicación, creatividad y ganas le ha aportado a la emisora y que en realidad estaba trabajando, editando, creando contenidos para ella en el momento de la foto, me tengo que apartar y ocultar.

       - ¿Eso es lo que hace un comunicador? Usted como comunicador, ¿no debería mostrar la verdad, tener una mente más abierta y no mostrar una farsa? Recuerde que en EAFIT no sólo estudian modelos y presentadoras. ¿Dónde queda la diversidad?

Me respondió entonces, nervioso y apenado, que es que hacer el video promocional era una "orden de arriba" y que el manual de estilo era muy estricto. Que él mismo tenía que afeitarse para poder salir en el video.

Mi indignación y asombro en este punto ya era bastante. No me importa no salir en el video, pero me ofende la exclusión. Detesto la exclusión en todas sus formas.

Dudo mucho que el pregrado en Comunicación Social esté pensado de esa manera. Dudo seriamente (estoy seguro que no), que el director del pregrado, Jorge Iván Bonilla, esté de acuerdo con cosas como esta y mucho menos las promueva o apruebe. Se está mostrando al mundo una imagen falsa de EAFIT y de la carrera. ¿Dónde está la apertura al mundo? En EAFIT estudiamos personas de todos los estratos, procedencias, estilos, creencias, y ¿dónde quedamos los que no cumplimos los parámetros del manual de estilo? ¿No somos eafitenses?

Considero que este tipo de prejuicios, de selección y preferencia de las personas por su imagen, por su aspecto físico, en este caso para vender la imagen de EAFIT, lo único que logran es contribuir a que el estigma que se tiene sobre las personas que estudian en esta universidad y más aún, las que estudian comunicación, crezca y se reafirme.

Esta experiencia parece respaldar nuestra observación, que ha motivado la creación de este blog, en cuanto a que en nuestro contexto, la imagen se pone primero a la hora de relacionarnos; importa lo de afuera, las capas, y no el verdadero contenido.

Daniel Valencia Yepes
Equipo Cebolla





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