A propósito de Inteligencia colectiva, de Pierre Lévy

Los nuevos escenarios de interacción social que se construyen en el ciberespacio merecen ser estudiados en detalle. Las redes sociales como facebook y twitter, son un solo un ejemplo de interacción social soportada en redes numéricas, donde se puede hacer algo tan simple como compartir un video o felicitar a un amigo en su cumpleaños, pero también suscitar el debate político en torno a temas de estado, como ha sido el caso del proyecto de ley sobre derechos de autor en Colombia.

Pierre Lévy, en El arte y la arquitectura del ciberespacio, estética de la inteligencia colectiva, de su libro Inteligencia colectiva: por una antropología del ciberespacio (2004), parte de un precepto según el cual “las redes de comunicación y las memorias numéricas abarcarán próximamente a la mayoría de las representaciones y mensajes en circulación en el planeta”. El ciberespacio, como nuevo escenario de la construcción social y cultural plantea numerosos interrogantes. De un lado se critica el control social encarnado en la data-vigilancia, el registro de las personas, los poderes anónimos,  la desaparición de la memoria tal y como la conocemos. Por otro lado, está una postura optimista que ve en el ciberespacio la, oportunidad de constituir una inteligencia colectiva, democrática, donde se pueden descubrir nuevos ámbitos del lenguaje y de la sociedad misma, al redefinir los vínculos que hoy se debilitan.

En esta perspectiva, Lévy habla de tres proposiciones que resumen la mutación cultural que ocurre en el ciberespacio y que apuntan a la cimentación de la inteligencia colectiva. Primero, los mensajes giran en torno del receptor, situado en el centro de un nuevo modelo de interacción cultural, de modo que se debilita el papel que hoy cumplen medios masivos en un modelo de una sola vía. En segundo lugar, la distinción establecida entre autores y lectores abre paso a un proceso continuo de lectura-escritura en el que cada uno contribuye en pago la acción de los otros. Lévy llama a esto la “decadencia de la firma”. Tercero, toda producción cultural puede ser objeto de muestreo, de mezcla, de reempleo, etc. Respondiendo a las prácticas de producción cultural propias del ciberespacio.
En fin, vemos cómo, desde una perspectiva optimista de los fenómenos digitales y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, aparece la inteligencia colectiva como una oportunidad de redefinir la direccionalidad de la creación cultural, la representación simbólica e, incluso, la actual estructura social.

Agustín Patiño Orozco

Bibliografía
-       Lévy, Pierre. (2004) Inteligencia colectiva. Washington, DC: Organización Panamericana de la Salud.

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